lunes, 28 de febrero de 2011

La Venganza

Ahí estaba, frente a mi, asustado y sudoroso. Hace dos días me asaltó, rodeó mi cuello con su brazo detrás de mi, me apretaba contra él mientras me hablaba al oído y apuntaba con algo punzante "No me hagas daño, por favor" supliqué "Tranquila mami no te va a doler". Aún me queda la desagradable sensación de su voz y respiración sobre mi. Hoy cuando lo vi ahí, acostado, me puse nerviosa, pero era el momento de mi venganza; tenía dengue y yo era su enfermera. Cuando me acerqué dijo con voz débil "¿me va a doler?" me acerqué a su oído y susurré "tranquilo papi, no te va a doler"

No hay comentarios:

Publicar un comentario